Ha nacido una nueva herramienta. Lleva un tiempo con nosotros, aunque aún hay algunos que la desconocen. Estoy hablando de Twitter, el microblogging que a muchos engancha. Y engancha porque puedes decir lo que piensas, lo que descubres por la red, lo que publicas en tus blogs o simplemente lo que quieras. Escribes y lees todo lo que otros dicen en sólo 140 caracteres. Comunicación sencilla y rápida, sobre todo rápida.
Y como era de esperar, una herramienta así acabaría captada por los periodistas. ¿Qué mejor que una mini conversación donde la gente, especialista o no, pudiera expresarse libremente y de forma rápida? Está claro que esta cualidad, la rapidez, está muy identificada con la vida diaria del trabajo de estos profesionales. Apenas hay tiempo de documentar las informaciones, de contrastar, de realizar una elaboración pausada y pensada concienzudamente de las noticias que salen cada día. Por eso, con Twitter los periodistas pueden recibir las diversas mini informaciones en el acto.
Pero además de este poco tiempo, hay otras razones por las que Twitter se convierte en un instrumento útil para el periodismo. En Re-Visto lo dicen claro: si quieres saber si Twitter sirve para algo debes entrar y twitear por ti mismo durante un tiempo. Y es que es como cualquier otra herramienta. No vale usarla y que una primera impresión o mala experiencia te lleve a abandonarla. Hay que continuar y descubrir su encanto.
En este portal nos cuentan que Twitter es bueno porque podemos personalizar la información que nos llega. Y es verdad. Tú eliges quién te informa con más poder que en ningún otro sitio, porque tú eres quien decide a quién seguir, es decir, escuchar o lo que sería más correcto, leer.
Y como seguimos a quienes queremos o encontramos por la red tuitera, podemos hacer nuevos “amigos” bastante interesantes. Hablarles es sencillo: pones @ más el nombre por el que se identifica cada uno y ya está. Así se le destacará en su Twitter y sabrá que le estás reclamando atención. Ponerse en contacto así es bastante fácil y puede salvarte el trabajo más de una vez, con ideas nuevas u oportunidades para entrevistas o acreditaciones.
Aquí también entra en juego el poder de preguntar a muchas personas qué piensan sobre algo. En mi mismo Twitter un compañero preguntó acerca de un destino hacia donde viajar. Al igual que preguntan este tipo de cosas, también se puede hacer una “encuesta” desde casa sobre algo que quieras investigar. Es fácil, no tienes ni que salir de casa.
Y por último, el “autobombo” en el buen sentido de la palabra. Tú escribes algo y existe la posibilidad de retweet, que se podría explicar como la versión cibernética del boca a boca. Reenvío lo que escribe otro para que mis contactos lo sepan. Así tu mensaje llega a miles de personas en pocos instantes.
Pero ante todo, Twitter aporta una capacidad increíble de estar informado de lo que dicen los medios oficiales -El País, The Times,...- y de blogs y personas de la calle, que viven cada día y a las que le preocupan cosas que, quizás, no se recojan en estos medios.
Pero ante todo, Twitter aporta una capacidad increíble de estar informado de lo que dicen los medios oficiales -El País, The Times,...- y de blogs y personas de la calle, que viven cada día y a las que le preocupan cosas que, quizás, no se recojan en estos medios.
Rapidez, información personalizada, posibilidad de hacer nuevos contactos a los que pedir consejo y opiniones y que gracias a ellos, tu mensaje llega muy lejos. ¿Qué más podría pedir un periodista? ¿Si tenemos una herramienta así, por qué no usarla?